Las autoridades australianas ordenaron desde esta noche un confinamiento de siete días sobre unos 6,7 millones de habitantes del estado de Victoria, el segundo más poblado del país, tras registrar este jueves ocho casos de covid-19.
«No hay alternativas al confinamiento. Si uno quiere esperar, (la covid-19) se propagará», dijo el jefe de gobierno de Victoria, Daniel Andrews, al justificar la medida, que se impone por sexta vez sobre Melbourne, capital regional habitada por unos 5 millones.
EFE