Numerosos países denunciaron este martes en el marco de la Conferencia de Desarme de la ONU el lanzamiento de un misil balístico por parte de Corea del Norte, y le pidieron que suspenda su programa nuclear.
El gobierno surcoreano recordó que el lanzamiento constituyó una violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad y una amenaza para la paz y la seguridad internacional.
Su representante añadió que el lanzamiento es una demostración más de la «obsesión fanática» de Corea del Norte con las armas nucleares, que sólo traerá una mayor presión de la comunidad internacional para, precisamente, acabar con dicho programa nuclear.
Japón, por su parte, subrayó el carácter «provocador» del lanzamiento, una descripción que compartió también EEUU, que agregó que el lanzamiento viola seis resoluciones del Consejo de Seguridad.
El pasado domingo, el régimen de Pyongyang lanzó un misil balístico que cayó en el Mar de Japón, el primero desde el pasado octubre y el primero también desde que el nuevo presidente de EEUU, Donald Trump, llegó a la Casa Blanca.
Washington agregó que el programa armamentístico es una amenaza para la seguridad de todos los países de la región, y defendió los ejercicios militares que lleva a cabo en Corea del Sur como transparentes y acordes a lo establecido en los acuerdos de paz.
También en la Conferencia de Desarme, Corea del Norte se refirió a estos ejercicios y los denunció como provocaciones y amenazas que justificaban una respuesta clara.
Añadió que el Gobierno norcoreano trabaja en desarrollar sus capacidades de defensa para protegerse de fuerzas hostiles.
Además advirtió que EEUU y Corea del Sur deberían detener los ejercicios militares.
EFE