El Kremlin rechazó este jueves las acusaciones en el Foro de Davos del vicepresidente de EEUU, Joe Biden, de que el presidente ruso, Vladímir Putin, pretende provocar el «colapso» del orden liberal.
«Rusia nunca ha intimidado a nadie. Rusia no ha destruido países y no piensa dedicarse a eso. Al contrario, participa activamente en la lucha contra el terrorismo para preservar países y muchas regiones de posibles consecuencias irreversibles», dijo Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin.
Peskov subrayó que «Rusia siempre ha sido un socio fiable y previsible», que «nunca se ha dedicado a las intervenciones en otros países».
«Rusia nunca ha podido entender el histérico bagaje rusófobo que a menudo se le ha querido imponer desde fuera a nuestros vecinos, sean los Bálticos o los países de Europa del Este», señaló.
Destacó además que Moscú está interesada en forjar unas buenas relaciones con esos países, aunque no entienda por qué «sucumben a esos histéricos ánimos rusófobos hábilmente promovidos desde el exterior».
En su último discurso público antes de dejar el cargo, Biden acusó a Putin de emplear todas las herramientas para conseguir el «colapso» del orden liberal internacional y auguró nuevas intromisiones de Moscú en los procesos democráticos en Europa.
«Habiendo este año en muchos países elecciones, deberíamos esperar más intentos por parte de Rusia de inmiscuirse en procesos democráticos. Ocurrirá de nuevo, se lo prometo. Y de nuevo el propósito es claro: colapsar el orden liberal internacional», aseveró.
Biden aseguró también que Putin tiene «una visión diferente del orden internacional», una que intenta imponer con «todas las herramientas disponibles» para, entre otras motivaciones, llevar al abismo el proyecto europeo y fomentar miedos.
Agregó que el líder ruso lidera un movimiento de países, entre los que figurarían China e Irán, que «desearían disolver la comunidad de democracias». EFE