El Gobierno afgano aseguró este lunes que Pakistán se ha comprometido a atajar el terrorismo, tras acusarle de inacción contra los grupos radicados en su territorio que hace una semana causaron más de medio centenar de muertos en diferentes atentados de Afganistán.
En una conversación telefónica anoche, el nuevo jefe del Ejército paquistaní, el general Qamar Javed Bajwa, condenó los ataques del pasado martes en Kabul y en las sureñas Helmand y Kandahar y trasladó al presidente afgano, Ashraf Gani, su deseo de traer «estabilidad y seguridad» a Afganistán.
«Refiriéndose al pasado, (Bajwa) prometió que este tipo de actividades no se repetirán por parte de Pakistán», señaló en un comunicado el palacio presidencial afgano, en alusión a la supuesta permisividad de Islamabad hacia las formaciones insurgentes que atacan al otro lado de la frontera.
Gani, por su parte, destacó que los autores de los atentados de la semana pasada «viven, operan libremente y reclutan gente en Pakistán», sin que se tomen medidas en su contra.
El pasado martes, un ataque contra la vivienda de un líder de la comunidad local en Helmand causó 7 muertos y 8 heridos y poco después un doble atentado dejó 38 muertos y 113 heridos en las inmediaciones del Parlamento en Kabul.
Un tercer ataque en Kandahar añadió otra docena de muertos al balance del martes, entre ellos 5 diplomáticos emiratíes y 4 altos cargos afganos, y causó heridas a 14 personas, incluido el embajador de Emiratos Árabes Unidos en Kabul, Juma Mohammed Abdullah Al Kaabi.
Los talibanes reclamaron la autoría de las dos primeras acciones y, si bien se desvincularon del atentado de Kandahar, el Ejecutivo de Kabul los acusó de estar también detrás.
Afganistán ha acusado reiteradamente a Pakistán de dar cobijo a la cúpula talibana y de permitir que la formación insurgente opere desde su territorio. EFE