El primer ministro de Nueva Zelanda, John Key, anunció su dimisión por motivos familiares, tras citar el «sacrificio» de su mujer y la intrusión padecida por sus hijos debido a su desempeño en el cargo.
«Por mi esposa Bronagh, que ha pasado muchas noches y fines de semana sola, muchas ocasiones que para ella eran importantes y yo simplemente no pude estar», indicó Key, de 55 años, en un comunicado publicado en la página web del Gobierno neozelandés.
Key, que dimite tras ocho años como jefe del Gobierno y diez como líder del conservador Partido Nacional, afirmó que sus hijos, Stephie y Max, se han convertido en adultos con «un extraordinario nivel de intrusión y presión» debido a su cargo como primer ministro.
«Es la decisión más difícil que he tomado en mi vida y no sé que pasará luego», dijo el mandatario, que también abandona el liderazgo del Partido Nacional y compareció en una rueda de prensa en Wellington para anunciar su renuncia.
Key dijo que su esposa, con quien se casó en 1984, «ha hecho un importante sacrificio durante su vida política y ahora es el momento preciso para dar un paso atrás en mi carrera y pasar más tiempo en casa», indicó.
No obstante, el mandatario aseguró que Bronagh le hubiera apoyado si hubiera decidido presentarse a los comicios previstos el año que viene.
El primer ministro afirmó que hará efectiva su dimisión el próximo 12 de diciembre, cuando su partido se reúna para elegir a un nuevo líder, y precisó que él apoya para el puesto al viceprimer ministro y titular de Finanzas, Bill English.
«Durante diez años Bill y yo hemos trabajado muy de cerca como equipo. He sido testigo de primera mano de su estilo de liderazgo, su capacidad de trabajo, su entendimiento de la economía, su compromiso con el cambio, su decencia como esposo, padre, compañero y político», acotó.
Key manifestó que mantendrá su escaño como parlamentario hasta las elecciones del año próximo para no forzar una votación en la jurisdicción que él representa, Helensville, en el norte del país.
El jefe del Ejecutivo no ha aclarado qué hará profesionalmente tras abandonar el cargo, pero algunos medios neozelandeses apuntan que podría empezar a trabajar para una multinacional australiana en Auckland, también en el norte neozelandés.
El anuncio de Key ha pillado por sorpresa en su país y en el extranjero y ha empezado a recibir muestras de apoyo de compañeros y de otros líderes mundiales.
«John Key ha sido un líder mundial extraordinario e inspirador, un gran amigo y un modelo a seguir. Su renuncia es una gran pérdida para NZ (Nueva Zeladna) y para el mundo», escribió en su cuenta de Twitter el primer ministro australiano, Malcolm Turnbull.
El mandatario neozelandés ganó sus primeras elecciones en 2008, poniendo fin a ocho años de gobierno del Partido Laborista, y lo volvió a hacer en los comicios de 2011 y 2014.
Key ha sido elogiado por sacar a Nueva Zelanda de la crisis financiara internacional y por la respuesta al terremoto que en 2011 causó 185 muertos en Christchurch, en la Isla Sur del país.
Durante su mandato, Nueva Zelanda legalizó el matrimonio homosexual, se sumó al Acuerdo Transpacífico (TPP), ahora en peligro por la posición de Estados Unidos, y el magnate informático Kim Dotcom fue arrestado por supuesta piratería informática en Auckland.
También retiró las tropas neozelandesas de Afganistán en 2013 y afrontó una crisis tras revelarse en la prensa un supuesto programa de espionaje internacional junto con los Gobiernos de Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Australia.
Antes de entrar en política, Key trabajó en Merrill Lynch y, con sus 42 millones de dólares de patrimonio (32 millones de euros), es uno de los hombres más ricos de su país.
Posee propiedades en Auckland, Wellington, Londres y Hawai (Estados Unidos), donde pasa habitualmente las vacaciones.
EFE