Los Yanquis anunciaron este miércoles que no permitirán la entrada al Yankee Stadium, para el quinto partido de la Serie Mundial, a los dos aficionados que en el juego del martes agarraron el guante y el brazo del jardinero de los Dodgers Mookie Betts en un intento de quitarle la pelota y evitar el out del venezolano Gleyber Torres.
«Los Yanquis y las Grandes Ligas mantienen una política de tolerancia cero hacia el tipo de comportamiento mostrado anoche. A estos aficionados no se les permitirá asistir al partido de esta noche de ninguna manera», expresó un comunicado emitido por el equipo de Nueva York que calificó la actuación de ambos fanáticos como «atroz e inaceptable».
Los representantes de la Liga Americana en la Serie Mundial reiteraron su compromiso con la seguridad de los jugadores, los aficionados y el personal del estadio.
Tras el incidente, ambos fanáticos fueron expulsados del estadio, por lo que los Yanquis hicieron un llamado a los fanáticos a respaldarlos de manera efusiva, pero sin pasar los límites permitidos o poner en riesgo la integridad de los jugadores en el que será el último partido en su estadio en esta temporada.
«Esta noche se celebra el último partido en casa del año y queremos que se muestre cada gramo de la pasión de nuestros fanáticos. El Yankee Stadium es conocido por su energía e intensidad; sin embargo, la exuberancia de apoyar al equipo nunca puede cruzar la línea y poner intencionalmente a los jugadores en riesgo físico».
Tras ganar el juego del martes 11-4, los Yanquis, que van abajo 1-3 en la serie al mejor de siete partidos, intentarán este miércoles ganar para tratar de extender su lucha por el título de la Serie Mundial contra los Dodgers, quienes se encuentran a una victoria de coronarse campeones del béisbol de las Grandes Ligas.
Si los Yanquis ganan esta noche la serie regresará a Los Ángeles, donde se disputaron los dos primeros juegos, para la celebración del sexto partido del Clásico de Otoño.
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