El candidato republicano, Donald Trump, presentó este jueves un plan para reformar las escuelas públicas de EE.UU., las cuales, dijo, están «tomadas por los maníacos de la izquierda radical», en caso de ganar las elecciones de noviembre y dijo que planea «salvar la educación estadounidense».
De acuerdo a este plan, dado a conocer en la web de su campaña, de volver a la Casa Blanca el exmandatario (2017-2021) recortará los fondos federales destinados a cualquier escuela o programa que impulse la Teoría Crítica de la Raza, la ideología de género y otro contenido racial, sexual o político «inapropiado para nuestros hijos».
Uno de los primeros objetivos de Trump será, subrayó, «eliminar a los radicales, fanáticos y marxistas que se han infiltrado en el Departamento de Educación federal» y aseguró, sin evidencia, que el «marxismo que se predica en nuestras escuelas también es totalmente hostil a las enseñanzas judeocristianas».
«No vamos a permitir que nadie lastime a nuestros hijos. (El presidente) Joe Biden les ha dado a estos lunáticos un poder ilimitado» para «convertir la educación cívica en un arma», afirmó en un comunicado.
En referencia a la participación de transexuales en la competiciones femeninas, aseguró que su eventual Administración «mantendrá a los hombres fuera de los deportes femeninos».
Creará además un organismo que, entre otras funciones, sea capaz de «certificar a los maestros que abrazan los valores patrióticos (…) y entienden que su trabajo no es adoctrinar niños», sino simplemente educarlos.
También financiará y dará un trato de favor a todos los estados y distritos escolares que realicen reformas en educación, como abolir la permanencia de docentes en los grados K al 12, para «poder eliminar a los malos docentes y recompensar a los buenos», y reducir el «inflado número de administradores escolares».
Otra medida en materia educativa se refiere a la elección de los directores de escuelas, que, según su plan, podrán ser relevados en votación por los padres de los alumnos y proceder a la elección de uno nuevo.
«Si algún director no está haciendo su trabajo, los padres deberían poder votar para despedirlo y seleccionar a alguien que lo haga. Esta será la forma definitiva de control local. Francamente, nuestro país nunca ha tenido nada parecido, o digamos al menos durante los últimos cincuenta años», dijo.
Noticias 24 Miami