La formación ultraderechista e independentista Aliança Catalana entró este domingo por primera vez en el parlamento de Cataluña al obtener dos escaños en las elecciones regionales, con sus postulados islamófobos, etnicistas y antiinmigración.
En muchos aspectos se asemejan a la ultraderecha de Vox, con la excepción de la pretensión independentista, y están liderados por la alcaldesa de la localidad de Ripoll, Sílvia Orriols, que llegó por sorpresa al Ayuntamiento de este municipio de la provincia de Girona, aunque ya hacía tiempo que era activa en redes sociales, donde se había forjado un perfil polémico, políticamente incorrecto, con un martilleo de mensajes xenófobos.
Orriols fue una gran admiradora del ex presidente Carles Puigdemont cuando en 2017 promovió el referéndum unilateral de independencia, pero frente a la supuesta tibieza del resto de partidos independentistas, propugna una declaración unilateral de independencia que establezca «una nueva legalidad catalana» que derogue automáticamente las leyes españolas.
La catalana no tiene inconveniente en definirse como «islamófoba», dice que le «da miedo» el Islam, «una ideología político-religiosa que intenta imponer un modelo de vida que no es compatible con los valores occidentales», y acusa a los inmigrantes de ser «una fuente de delincuencia», en la misma línea que el expresidente estadounidense Donald Trump.
Son expresiones comunes también a las de otras formaciones de extrema derecha en Europa, que se reivindican «feministas» por apelar a las mujeres musulmanas a «liberarse» del velo islámico, si bien Orriols, a diferencia de Vox, no se opone a la causa LGTBI e incluso colgó la bandera arco iris en el balcón del ayuntamiento.
Noticias 24 Miami