El Gobierno surcoreano anunció este jueves que su proyecto para establecer un sistema de comunicaciones por satélite en órbita terrestre baja (LEO) ha pasado un estudio de viabilidad preliminar y comenzará a desarrollarse oficialmente el próximo año, con la previsión de estar listo para 2030.
Este proyecto del Ministerio de Ciencia y TIC, también conocido como Starlink, tiene como objetivo lanzar dos satélites LEO basados en la tecnología de red de comunicaciones de sexta generación (6G) para 2030.
Seúl planea crear una red de demostración del sistema de comunicaciones por satélite LEO para ayudar a las empresas surcoreanas a desarrollar de forma independiente tecnologías centrales para el sistema, como el seguimiento, la transferencia y el enlace de satélites, y ayudarlas así a expandir sus negocios globales.
Tras pasar el estudio de viabilidad preliminar, el ministerio apuntó que podrá destinar el presupuesto para el proyecto, 320 mil millones de wones (216,9 millones de euros o 234,3 millones de dólares), a partir del próximo año 2025 para ponerlo en marcha.
El Ministerio de Ciencia surcoreano instó a las empresas del país a prepararse para adentrarse en las comunicaciones por satélite LEO basadas en 6G, al considerarlas un mercado que comenzará a crecer en la década de 2030, tras completarse la estandarización del 6G, todavía en proceso.
«Queremos dar un nuevo impulso a la economía espacial y digital del país, reforzando nuestra competitividad en la industria de las comunicaciones por satélite», dijo el jefe del departamento de Política de redes del Ministerio de Ciencia, Ryu Je-myung, según declaraciones recogidas por la agencia local de noticias Yonhap.
Los satélites LEO, colocados en una órbita de entre 300 y 1.500 kilómetros de altitud, ganan atención debido a que pueden proporcionar comunicaciones de alta velocidad con latencia corta gracias a su proximidad a la Tierra en comparación con los satélites en órbita geoestacionaria.
Empresas tecnológicas globales han lanzado ya servicios satelitales LEO en un intento por asegurar un dominio temprano del mercado. Es el caso de Starlink, de la compañía SpaceX de Elon Musk, que utiliza un enjambre de satélites LEO para crear una red global de banda ancha
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