Este miércoles, concluyó el dispositivo de rastreo a gran escala que buscaba a Émile, el niño de dos años que desapareció el sábado pasado en una zona montañosa del sureste de Francia.
La información la dio a conocer el fiscal Rémy Avon, quien aclaró que la investigación judicial prosigue y aún habrá búsquedas en zonas concretas pero que las pesquisas entrarían en una nueva fase, más centrada en el análisis de las pruebas recolectadas hasta ahora.
Explicó, en un comunicado, que a partir de ahora los investigadores se emplearán sobre todo en el “análisis de la considerable cantidad de información y datos recopilados durante los últimos cuatro días”, según reprodujo la cadena pública FranceInfo.
Dado que las búsquedas sobre el terreno no aportaron nuevos datos, las autoridades solo cuentan con dos testimonios de vecinos de la pequeña localidad Haut-Vernet que, ya en el fin de semana, habían declarado haber visto de lejos al niño saliendo de la casa de su familia y caminando solo por una pequeña calle descendente.
La desaparición de un niño de dos años y medio en los Alpes tiene en vilo a Francia
El pequeño Émile se marchó solo, el sábado, de la casa de sus abuelos y sigue siendo buscado por centenares de policías, bomberos y voluntarios.https://t.co/4nKAuBMCAh pic.twitter.com/o64qjSAJlq
— La Vanguardia (@LaVanguardia) July 11, 2023
Las pesquisas realizadas incluyen el rastreo de la treintena de edificios que constituyen la población, ubicada en la región de Alpes-de-Haute-Provence (cercana a Niza), y el rastreo a fondo de una docena de vehículos y de una docena de hectáreas alrededor.
Los responsables de la búsqueda, desde el comienzo, no excluyen ninguna hipótesis, bien que el niño se marchara por su cuenta y se perdiera, o incluso un posible secuestro, pero por ahora no tienen indicios para pensar en un hecho delictivo.
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