El envío de una delegación de altos funcionarios estadounidenses a Venezuela sigue generando debate en Florida, el estado con la comunidad venezolana más grande de Estados Unidos, en la cual hay diversas opiniones, aunque los dirigentes republicanos consideran que fue un «insulto» para todos.
Parlamentarios republicanos de Florida, algunos en plena campaña para la reelección, reclamaron este jueves al gobierno de Estados Unidos que no suavice la política hacia la «dictadura» de Nicolás Maduro negociando o levantando las sanciones y también pidiron más información sobre aspectos apuntados por sus electores.
«Al negociar con la dictadura de Maduro, su administración está socavando la política exterior hacia Venezuela y descuidando el compromiso de Estados Unidos con la comunidad de exiliados venezolanos», escribió el legislador Carlos Giménez en una carta dirigida al presidente Joe Biden y a los secretarios de Estado y de Energía, Antony Blinken y Jennifer Granholm, respectivamente.
La carta cuenta con las firmas de los senadores Marco Rubio y Rick Scott, así como de los también legisladores Mario Díaz-Balart y María Elvira Salazar, informó Giménez en sus redes sociales.
«Maduro es una marioneta de los presidentes Vladímir Putin en Rusia y Xi Jimping en China. El envío de la delegación a Venezuela que usó las sanciones estadounidenses como moneda de cambio es un insulto a los miles de ciudadanos venezolano-estadounidenses que representamos», dicen los republicanos.
Opiniones diversas
José Antonio Colina, presidente de la Organización de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex), dijo a Efe que «negociar con Nicolás Maduro es una traición e irrespeto con los venezolanos. Tenemos presos políticos, tenemos seis millones de desplazados, tenemos miles de muertos y asesinados por la tiranía».
Helena Villalonga, dirigente de la Asociación Multicultural de Activistas, Voz y Expresión (AMAVEX), una plataforma de organizaciones de venezolanos en Estados Unidos, indicó que no está a favor de dar «más oxígeno» a Maduro, pero al mismo tiempo cree que es necesario poner freno al avance de Rusia en la región y que abrir un canal de comunicación es siempre bueno.
«Además, las sanciones y toda la política de mano dura (impuesta durante la presidencia de Donald Trump) no han servido para cambiar nada en Venezuela», dice Villalonga, que lleva más de 20 años viviendo en Estados Unidos y perdió a uno de sus hermanos víctima del «chavismo».
Villalonga rechaza que los políticos «jueguen con el dolor» de los que han tenido que dejar Venezuela y subraya, cuando Efe le pregunta si existe un interés electoral, que apenas son 150.000 los venezolanos con derecho a voto en todo Estados Unidos, donde hay casi 1 millón de migrantes procedentes de su país.
La carta del parlamentario Carlos Giménez obedece a la reciente visita a Caracas de una delegación de altos funcionarios estadounidenses, encabezados por el asesor presidencial Juan González, para reunirse con representantes del gobierno venezolano, a la que siguió la liberación de dos estadounidenses presos en Venezuela.
Noticias 24 Miami