Tsitsipas tiene el honor de ser el primer ‘top10’ al que Carlos Alcaraz derrotó en un torneo. Fue el pasado 3 de septiembre en la tercera ronda del pasado US Open. El murciano ofreció su carta de presentación al mundo del tenis en un escaparate inmejorable como la majestuosa central Arthur Ashe de Nueva York.
En una pista Granstand del Miami Open, que se quedó claramente pequeña para ver al murciano, Alcaraz volvió a hacerlo y pasó este martes a los cuartos del segundo Masters 1.000 del calendario con un tanteo de 7-5 y 6-3.
Cada uno a su estilo, Tsitsipas dio primero, pero es que no le sirvió ni una ventaja de 5-2 en la manga inicial para respirar tranquilo.
Carlos, acompañado en Miami por Samuel López (técnico de Pablo Carreño en Equelite) y su agente Albert Molina, por la ausencia de Juan Carlos Ferrero tras perder a su padre, juega de memoria. Hasta cinco juegos encadenó en el primer set para tomar ventaja en el marcador.
Stefanos, número cinco mundial y tercer favorito del cuadro, se frotaba los ojos cuando veía levitar por el cemento al que está llamado a ser el gran dominador del tenis mundial en un futuro inmediato. Más bien mañana que pasado.
El tenista de El Palmar ha convertido la épica en normalidad. Levanta bolas imposibles pegado a la valla que desesperan a cualquiera y Tsitsipas es humano.
El ateniense, de 23 años, ha optado por apartar a su padre Apóstolos, tan criticado por hablar en la grada, y ha puesto a sus órdenes a Thomas Enqvist.
Los resultados le quita la razón y se la dan a un Apóstolos que estos días está en Marbella puliendo el tenis de su hijo Petros.
Alcaraz tiene todo el arsenal de golpes desde el fondo, incluido el entrepiernas. A una de las derechas más potentes del circuito le une un revés que puso en problemas al mismísmo Rafael Nadal en las semifinales de Indian Wells y rindió a Tsitsipas en Miami.
Con Nadal utilizó el abierto y con el griego apostó por el paralelo, que dejó clavado en una más de una ocasión a su nueva víctima.
Tsitsipas tuvo una bola para igualar a tres juegos la segunda manga y reengancharse al partido. La desperdició. El juez de silla le señalizaba una amonestación por retrasar el servicio. Carlos terminó su recital con una dejada.
El triunfo le permite al murciano escalar hasta la decimoquinta posición en el ranking, lo que era su objetivo en la temporada. Ya nadie le va a quitar esa condición hasta que el próximo 4 de abril se actualice la clasificación.
En la antepenúltima ronda le espera Miomir Kecmanovic, verdugo de Taylor Fritz, que venía de coronarse en Indian Wells, por 3-6, 6-1 y 6-4.
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Noticias 24 Miami