Rompen los primeros acordes de su guitarra y un hombre alza la vista para mirar al público. En la penumbra de un escenario le acompañan la batería, otra guitarra, un bajo y una dulce y a la vez potente voz femenina. Pero regresemos al hombre, que ahora comienza a cantar como si no hubiera un mañana, un tipo que ha dejado un país atrás y que se encerró en un cuarto a componer para que no lo matara la tristeza.
Es Roberto Perdomo, líder de la banda de rock Tesis de Menta, un clásico que muchos cubanos recuerdan y que ahora tenemos en Miami. Aquí, como en la isla, también nos castiga un bochornoso sol de playa y hay quien prefiere ritmos tropicales para sudar la nostalgia; pero otros, muchos que conozco y yo misma, nos dejamos caer en estas letras y sonidos más rockeros. Viajamos en la música no solo a otros tiempos mejores y peores a la vez, sino a una especie de felicidad que dura alrededor de cinco minutos y que tiene puentes, clímax y final. Argentina tiene a Soda Stereo y Cuba (ahora Miami, después quién sabe) a Tesis de Menta.
Un lugar nos regala la oportunidad de ver al grupo en vivo, en un íntimo escenario, con la magia del sudor e imperfecciones deliciosas. En el Real Café, junto a la euforia de un partido de fútbol y tapas españolas, están algunas de las gemas musicales de Miami. Yandy Rodríguez, al frente del sitio, no solo ha apostado por esta banda que quizás sea de las pocas (y buenas) de rock en español en la ciudad, sino por otros creadores tan genuinos como Amaury Gutiérrez, Pedro Luis Ferrer, Lena y Malena Burke.
Los inicios
Pero antes de alzar la copa de tinto español y escuchar a la banda, tenemos que darnos un salto a Cuba en el año 2003, cuando Perdomo creaba su grupo y comenzaba a hacer historia. Como recordó durante una charla por teléfono, la música siempre ha sido su camino, y aunque estudió algo tan mecánico como diseño mecánico, buscó la manera de escribir su mundo interior en papel de pentagrama. Estudió canto lírico con maestros como Rodolfo Chacón, Gladys Puig, y Conchita Franqui. Luego se entrenó en la guitarra con el maestro José Bustillo, “que me enseñó solfeo y me puso las manos en la guitarra”.
Además, una de sus mayores influencias es el séptimo arte. “Cuando era niño le prestaba mucha atención al cine. Imagínate, yo era un guajirito de una finca”, dijo, entre risas, y de pronto recordé Cinema Paradiso. Destacó que “la literatura y la plástica han sido grandes influencias para hacer canciones. Todas las artes son los eslabones de una misma cadena”.
La banda se fundó el 3 de noviembre de 2003, el día de su cumpleaños, aunque dice que “fue por azar de la vida”. Pasó que “en ese momento la escena del rock era metal extremo, casi toda, Zeus, Agonizer, y muchos grupos que ya no existen como Clover. Entonces la otra escena del rock era la gente que hacía covers, (versiones). Si te ibas para la música alternativa, todo era muy caribeño, muy guarachero, como Interactivo, por ejemplo”.
La nueva banda, que contó con músicos de grupos como Anima Mundi, Agonizer y Extraño Corazón, optó por lo alternativo (entiéndase lejos de lo comercial, underground, así como la defensa de su propio repertorio), con “influencias más del blues, de Pink Floyd, la psicodelia, de los clásicos, pero también elementos del jazz en la armonía y en muchos pasajes sonoros”. Pero no se inspiró principalmente en “lo que se llamó alternativo en los 90 del movimiento de Seattle, de Pearl Jam, Soundgarden, no”, dijo Perdomo. “Creo que gente como Eric Clapton, Paul McCartney, David Bowie, siempre fueron alternativos dentro del mismo rock, porque no seguían corrientes, tenían sus propios discursos”, enfatizó.
También citó a Pink Floyd, The Who, Led Zeppelin, que “siempre fueron bandas muy alternativas, eclécticas, que lo mismo tocaban un funky que un blues, que un tema con elementos del jazz o algo medio sinfónico; no había prejuicio ni pasaporte musical. Eso fue lo que me llamó la atención en la escucha, como melómano, de esos grupos. Tesis es un resultado de todo lo que he escuchado”.
La menta fue “por la frescura, porque era algo diferente, y tesis porque era mi proyecto musical, mis arreglos: un proyecto refrescante”. Pero esta frescura fue una especie de bumerán. “Desde el primer demo, Mundo real, ganamos el premio Cuerda Viva a mejor banda novel, que nos dio derecho a grabar un disco en la EGREM. Ese disco nos abrió muchas puertas».
Alas de espuma, alas de libertad
Regresamos a Miami, ahora con la banda renovada y en funciones desde hace unos dos años. En 2019 Perdomo se instaló en EEUU. “Ya no podía más con Cuba y decidí quedarme”, recalcó. “Caí en una depresión. 30 años haciendo música y a la vez la sensación de que no podía volver atrás porque ya Cuba me tenía mal, me dolía mucho. Me dije: ‘no voy a vivir sin hacer música’. Empecé a llamar a músicos que habían tocado conmigo y que están aquí. Conocí a una persona maravillosa a quien le debo todo, Rebeca Rosabal, que es mi mujer, productora del grupo y cantante”, recordó.
En el primer año, y abrumado por los videos de la violencia policial en la isla que pudo ver a través de internet, se encerró a componer música. Alas de espuma fue de las primeras canciones que hizo. Tras los sucesos del 11 de julio en Cuba, con protestas que iniciaron en San Antonio de los Baños, pueblo natal de Perdomo, se impuso grabar finalmente esa canción.
El video del tema, estrenado recientemente, fue dirigido por El Duende Raulin Films y grabado en el The Bull Productions Recording Studio. Es una explosión de emociones y los músicos vibran con su mensaje, que es algo parecido a lo que siente Perdomo: “Cuba es todo para mí, yo vivo con el dolor de que me fui del lugar que más amo en la vida, y que se perdió. Cierro todos los días mis ojos y camino por La Habana”.
El líder de la banda unió a músicos de altos quilates. La cantante y actriz Rebeca Rosabal hereda el talento musical de su padre Lázaro Rosabal (del emblemático conjunto cubano Son 14). Cuando Rebeca comienza a cantar, se convierte en la reina del escenario. Se le integra muy bien la voz de Perdomo, también con su guitarra. Le acompañan Eduardo Mena con su bajo que aporta profundidad y cuerpo al tema; la guitarra entrenada de Tony Cazorla, y David Suárez, que es pura energía.
El tema cuenta con la participación del rapero Raudel Collazo (Raudel Escuadrón), que logra una sublime simbiosis entre rap y rock. Nos enseña que tanto en el rap conciencia como en el rock con letra afilada, la cabeza se mueve igual en esa forma poderosa de asentir siguiendo el ritmo.
“Cuando me senté con Esteban Puebla para que hiciera la orquestación, yo quería que fuera como un caos sonoro, que mostrara lo que pasó el pueblo de Cuba cuando le fueron a dar golpes. Esa catarsis está reflejada musicalmente en ese pedazo donde entra Raudel. Ahí entra la sinfónica con la banda y un rapero. Realmente el tema es una ópera rock, tiene varios movimientos, varios estados de ánimo, va in crescendo”, detalló Perdomo.
Además de los planos en el estudio con todo el grupo en plena interpretación, el audiovisual muestra en paralelo un dramático encuentro entre un niño vestido de pionero y un militar de ceño fruncido. Ambos representan dos generaciones en pugna en una mesa de interrogatorio, donde miden pulsos y triunfa el pequeño. Nada más que añadir.
Nuevos proyectos
En estos días la banda trabaja en un nuevo disco, que incluirá Alas de espuma, “y ya estamos ultimando detalles de un próximo single de la canción Tres ciudades y un amor, y también vamos a hacer un video. Grabamos en el estudio Bull, aquí en Miami, donde nos sentimos muy bien”.
Por ahora, acotó, “tocamos en el Real Café, y estamos buscando lugares; tengo dos formatos, uno acústico y uno eléctrico”. Aunque sabe que “es difícil tener una banda como la nuestra en una ciudad como Miami”, puede decir con orgullo que “en dos años hemos logrado mucho”.
Puede encontrar a los chicos de Tesis de Menta en redes sociales, pero le recomiendo verlos en vivo y compartir una cerveza con ellos después de la presentación. Como suele decir el fotógrafo Leo Gozbekian, detrás de los escenarios, allí donde los músicos se miran al espejo después de una noche larga, están las historias más interesantes
Diario Las Américas
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