La relación entre Rusia y Occidente se sitúa en su momento más tenso de las últimas décadas. Desde hace algunas semanas, los máximos dirigentes de Estados Unidos y la Unión Europea acusan a Rusia de preparar una invasión en Ucrania. Por su parte, el representante permanente de Rusia ante la Unión Europea, Vladimir Chizhov, ha rechazado este miércoles las acusaciones y ha exigido a Estados Unidos que «presente pruebas». Publicado en AS.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania, había señalado este 16 de febrero como el Día de Unidad en Ucrania en respuesta a informaciones que hablaban del posible inicio de una invasión rusa del país. Un hecho que, por el momento, no se ha producido.
The massive buildup of 🇷🇺 forces towards 🇺🇦 continues. Here it’s older T72 tanks on their way to the confrontation zone. Eurooe hasn’t seen a concentration of military forces of this magnitude since decades. pic.twitter.com/HipXARtmCB
— Carl Bildt (@carlbildt) January 24, 2022
En declaraciones al diario alemán Die Welt, Chizhov ha asegurado que «en lo que respecta a Rusia, puedo asegurarles que no habrá ningún ataque este miércoles. Tampoco habrá una escalada en la próxima semana, ni en la semana siguiente, ni en el próximo mes». «Las guerras en Europa rara vez comienzan un miércoles», ha cerrado Chizhov. Este martes, el Ministerio de Defensa ruso anunció la retirada de las unidades de los distritos militares del oeste y del sur de Rusia.
Pese al gesto de distensión, Estados Unidos y la OTAN siguen en alerta. El secretario general de la OTAN ha señalado que «Rusia está violando principios básicos, por lo tanto, lamento decir que no sabemos qué es lo que va a ocurrir«. Washington, por su parte, continúa con la idea de que la invasión rusa es «altamente posible». Este martes, Joe Biden indicaba no haber «conseguido verificar la veracidad del anuncio de Moscú del inicio de una retirada de las tropas desplegadas en la frontera entre ambos países»
NATO Allies are putting forces on standby and sending additional ships and fighter jets to #NATO deployments in eastern Europe, reinforcing Allied deterrence and defence as #Russia🇷🇺 continues its military build-up in and around #Ukraine🇺🇦
— NATO (@NATO) January 25, 2022
El pasado viernes, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), anunció que sus aliados, entre los que se encuentra España, están poniendo sus fuerzas «en estado de alerta». Esto implica el envío de buques y aviones de combate hacia el este del continente europeo, para reforzar el flanco oriental.
El origen del conflicto
El inicio de todo tiene su origen hace más de 30 años, cuando en 1991 se disuelve la Unión Soviética y sus territorios se convierten en repúblicas independientes. Una posición reforzada de Ucrania con la OTAN implica la pérdida directa de la influencia de Rusia sobre este país. También ocurre al contrario, un triunfo para Rusia es una pequeña derrota para la Unión Europea.
La OTAN, mientras tanto, no ha acogido a Ucrania para ser uno más de los aliados, algo a lo que el país aspira y que desde Moscú no se ve con buenos ojos. En 2014 esta rivalidad va un paso más allá con las protestas en las calles de Kyev de miles de ucranianos proeuropeos en contra del presidente Víctor Yanukóvich, más afín a las ideas del Kremlin. Unos enfrentamientos que acabaron con la huida de Yanukóvich.
En ese momento Vladimir Putin aprovechó para invadir Crimea, en el sur de Ucrania. Una zona estratégica, pues es la salida de Rusia al Mar Negro. Perdido tras la Segunda Guerre Mundial, el objetivo siempre fue recuperarlo. Esta invasión ha generado, desde entonces, protestas y sanciones económicas contra Rusia, además de peticiones para devolver dicho territorio: Putin asegura que nunca lo hará.
Noticias24Miami