Los líderes mundiales condenaron la invasión rusa de Ucrania, a la que describieron como un acto “brutal”, y rápidamente impusieron fuertes sanciones a la economía rusa, al círculo cercano del presidente Vladimir Putin y a muchos de los oligarcas del país.
“Putin eligió esta guerra, y ahora él y su país sufrirán las consecuencias”, declaró el presidente estadounidense Joe Biden.
Casi al unísono, Estados Unidos, la Unión Europea y otros aliados occidentales anunciaron una ronda de medidas punitivas contra los bancos y las principales empresas rusas, e impusieron controles a la exportación con el fin de privar a las industrias y al ejército del país de semiconductores y otros productos de alta tecnología.
Desde Estados Unidos hasta Europa Occidental, pasando por Japón, Corea del Sur y Australia, las naciones se alinearon para denunciar al Kremlin cuando el estallido de los combates hizo temer por la forma que tomará Europa. La invasión provocó inicialmente la caída de las acciones y la subida de los precios del petróleo por el temor al aumento de los costes de los alimentos y el combustible.
Los países de Occidente y sus aliados no se mostraron dispuestos a enviar tropas a Ucrania —que no es miembro de la OTAN— y arriesgarse a una guerra más amplia en el continente. Pero la OTAN reforzó a sus miembros en Europa del este como precaución ante la posibilidad de ataque contra ellos también.
“No se equivoquen: Defenderemos a todos los aliados contra cualquier ataque en cada centímetro del territorio de la OTAN”, manifestó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
Mientras tanto, los países comenzaron a tomar medidas para aislar a Moscú con la esperanza de obligarlo a pagar un precio tan alto que no le quede más que cambiar de rumbo.
Biden, por el momento, se abstuvo de imponer algunas de las sanciones más severas, como la exclusión de Rusia del sistema de pagos SWIFT, que permite las transferencias de dinero de banco a banco en todo el mundo. El presidente de Ucrania pidió que se expulsara a Rusia del SWIFT, pero Estados Unidos ha expresado su preocupación por el posible daño a las economías europeas.
“Queremos apartar a la industria rusa de las tecnologías que hoy se necesitan desesperadamente para construir el futuro”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
El primer ministro holandés, Mark Rutte, señaló que “se trata de la cúpula de Rusia y de ser implacable en las finanzas y la economía”.
Por su parte, el primer ministro británico, Boris Johnson, también anunció restricciones financieras y controles a la exportación. Además, Gran Bretaña también prohibirá a la aerolínea insignia de Rusia, Aeroflot, aterrizar en aeropuertos británicos.
Johnson señaló que el ataque a Ucrania era “horrible y brutal”, y sobre Putin dijo que: “Ahora lo vemos como lo que es: un agresor manchado de sangre que cree en la conquista imperial.”
Canadá impuso sanciones que afectarán a 58 personas y entidades, incluidos miembros de la élite rusa y sus familias, el grupo paramilitar Wagner y los principales bancos rusos. Las medidas punitivas, anunciadas después de que el primer ministro Justin Trudeau asistiera a una reunión virtual del G7, también abarcarán a los miembros del Consejo de Seguridad ruso, incluidos los ministros clave del gabinete.
En los días previos al ataque, Alemania suspendió la aprobación del gasoducto Nord Stream 2 que proviene de Rusia.
Noticias 24 Miami