El tenista español, Rafael Nadal, se ha clasificado este miércoles por decimosexta vez para la tercera ronda del Open de Australia en 17 participaciones. Sólo falló en la edición de 2016 con su compatriota Fernando Verdasco.
Nadal, a diferencia del primer partido, se encontró a un rival descarado, con tiros y que salió a la pista sin miedo. El teutón aguantó bien los cinco primeros juegos hasta que llegó la primera rotura del manacorí.
Venció con parciales de 6-2, 6-3 y 6-4 a Yannick Hanfmann, alemán, y se cita con la historia ahora. Solo ha ganado una vez el primer Grand Slam del año, y sin Djokovic, pudiese ser esta una oportunidad de oro.
Hanfmann, el 126 del ranking a sus 30 años, había sumado su primer triunfo en un ‘major’ en la ronda anterior. El alemán se fue diluyendo con el paso de los minutos al mismo ritmo que el balear atinaba con su derecha, su vara de medir. Le costó a Nadal cerrar el partido. Lo hizo en la quinta ocasión y lo celebró con un «sí» que se escuchó en todo el Melbourne Park.
«Sin duda que el nivel de Hanfmann hoy ha sido más alto que lo que dice su ranking», analiza el número cinco mundial en la conclusión. Sobre sus músculos, el tenista afirma que «me gusta más practicar deportes que el gimnasio. Nunca he levantado mucho peso, mi familia todos somos grandes».
En la tercera ronda espera al primer cabeza de serie con el que se va a cruzar. Se trata de Karen Khachanov (28), verdugo de Benjamin Bonzi por 6-4, 6-0 y 7-5. Se han cruzado en siete ocasiones y siempre ganó el español. El ruso cuenta con la ventaja de tener en su banquillo al madrileño Pepo Clavet, que conoce perfectamente el juego de Nadal
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