Florida ocupa el penúltimo lugar en lo que respecta al porcentaje de personas en hogares de ancianos que recibieron el refuerzo de vacunas contra el COVID-19. Informó Diario de Las Américas.
Cifras oficiales muestran que solo la mitad de las personas de la tercera edad en esos centros obtuvieron el fármaco de refuerzo.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), las vacunas de refuerzo confieren una “poderosa protección” contra la hospitalización por la variante ómicron del coronavirus, especialmente entre las personas mayores.
Nuevos estudios establecen que las personas de 65 años o más que recibieron la vacuna adicional tienen 49 veces menos probabilidades de ser hospitalizados por COVID-19, en comparación con las personas de ese grupo de edad que no están vacunadas.
La investigación también demuestra que la protección de las vacunas se desgasta con el tiempo, especialmente para las personas mayores en hogares de ancianos que fueron de los primeros en recibir los biológicos.
Datos recogidos por el Colegio de Salud Pública de la Universidad del Sur de Florida (USF) permiten conocer que a medida que los casos de ómicron comienzan a disminuir, las muertes recientemente reportadas aumentan entre las personas mayores.
La semana pasada, la población de personas mayores representó el 85 por ciento de las muertes recientemente informadas y ese aumento también está comenzando a notarse entre los residentes de hogares de ancianos en Florida.
De hecho, los CDC informaron que al menos 53 adultos mayores han muerto de COVID-19 este mes en el estado.
El epidemiólogo Jason Salemi, experto en datos de salud pública de la USF, dijo que los estudios de los CDC muestran que, incluso con ómicron, las personas mayores que reciben la vacuna extra tienen muchas menos probabilidades de enfermarse gravemente.
“La buena noticia es que la vacuna de refuerzo está resultando inmensamente útil, aumentando la eficacia de la vacuna contra la hospitalización hasta en un 90 %”, afirmó Salemi.
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