El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, veía el lunes desvanecerse la esperanza de un acuerdo sobre su gigantesco plan con el que busca preparar a Estados Unidos para los retos del siglo XXI, en un fin de año de pesadilla también marcado por el aumento de casos de Covid-19.
Su agenda no prevé, de momento, ninguna comparecencia pública.
Su plan «Reconstruir mejor» (Build Back Better, en inglés), que prevé 1,75 billones de dólares para reformas sociales y para favorecer que Estados Unidos prospere frente al cambio climático y la competencia de China, recibió un golpe posiblemente fatal este fin de semana después de que el senador demócrata Joe Manchin, crucial para la aprobación en la Cámara Alta, decidió votar en contra.
El mandatario de 79 años hasta ahora se limitó a enviar un tuit, en el que asegura estar «más decidido que nunca» a defender este proyecto que apunta, entre otras cosas, a rebajar significativamente el coste de la insulina.
El líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, buscó el lunes levantar el ánimo: «Vamos a votar una versión revisada» del proyecto de ley BBB ya «aprobado por la Cámara de Representantes, y seguiremos votando hasta que tengamos algo».
¿Pero, qué puede quedar de la iniciativa legislativa más importante sin el apoyo de Manchin?
Tras anunciar su voto contrario el domingo en Fox News, el canal conservador que le gustaba al expresidente Donald Trump, el legislador de Virginia Occidental repitió el lunes en una entrevista con la radio West Virginia Metro News que no votaría a favor de estas «reformas muy muy ambiciosas».
El BBB apunta a reducir el costo de guardería y de medicamentos, mejorar el poder adquisitivo de los hogares y fomentar la compra de vehículos eléctricos.
Este centrista que amasó una fortuna con los combustibles fósiles teme un efecto inflacionario y considera que las ayudas deberían ser más focalizadas.