Dos policías de Doral fueron baleados el viernes por la mañana cerca de la sede de la policía de Miami-Dade. El sospechoso que abrió fuego contra ellos fue asesinado a tiros por la policía, dicen las autoridades.
Uno de los agentes fue golpeado en el pecho, la pierna y el brazo, pero llevaba un chaleco antibalas, dice la policía. Ese oficial está en estado grave pero estable después de ser llevado de urgencia al Jackson West Medical Center y luego transportado al Ryder Trauma Center en el Jackson Memorial Hospital.
El otro oficial fue rozado en la mejilla por vidrio o metralla.
“Es un claro recordatorio del peligro que enfrentan nuestros agentes todos los días”, dijo Rey Valdes, oficial de información pública de la policía de Doral.
Un hombre que conducía un camión también quedó atrapado en el fuego cruzado y sufrió lesiones que no amenazan la vida, dijo Valdés.
Valdés dijo que había una discusión entre dos hombres y que un hombre estaba persiguiendo al otro. Los oficiales se encontraron con un accidente de tránsito donde un vehículo giró fuera de control y golpeó un árbol en la Noroeste 25 Calle y la 92 Avenida.
El incidente fue reportado en el área de la 2400 Noroeste 92 Avenida, cerca de la sede del Departamento de Policía de Miami-Dade.
Cuando llegaron los oficiales, el sospechoso saltó del auto y comenzó a disparar contra la policía, que devolvió el fuego, dijo Valdés.
Se podían ver agujeros en el parabrisas de un vehículo de la policía de Doral.
El alcalde de Doral, Juan Carlos Bermúdez, dijo que el oficial que fue llevado al Centro de Trauma Ryder tiene unos 20 años. Si bien no dio a conocer el nombre del oficial, Bermúdez dijo que el policía está de buen humor pero muy medicado.
Una fuerte presencia policial se encontraba alrededor de la escena. El tráfico estuvo parado en las zonas circundantes.
El incidente se produce pocos días después de que un oficial de policía de Hollywood fuera asesinado a tiros por un sospechoso en el cumplimiento de su deber.
“Perdió algo de sangre”, dijo Bermúdez. “Afortunadamente, al igual que nuestro otro oficial, parece que va a estar bien”.
“Es alarmante”, dijo Valdés. “Cada vez que escuchas que un oficial ha recibido un disparo, tienes ese momento de inquietud hasta que obtienes todos los hechos. … Fue un toque y una personalidad para mí a la luz de lo que sucedió a principios de esta semana con otra agencia en el sur de la Florida”.
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