El Gobierno de México se reunió este miércoles con altos directivos de las aerolíneas comerciales del país para definir una estrategia con el fin de recuperar en el corto plazo la categoría 1 en materia de seguridad aérea, tras la rebaja de su calificación hecha por Estados Unidos.
El martes, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés) rebajó la calificación de México a categoría 2, un grado que comparte con países como Venezuela, República Dominicana, Pakistán y Bangladesh.
Según un comunicado del Gobierno, en la reunión, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Jorge Arganis, destacó que «la operación aérea en México está garantizada y cumple con los estándares internacionales».
En el encuentro, se apuntó que el martes se envió una comunicación formal a la FAA, a través de la Embajada de México en Estados Unidos y de la propia Secretaría, para atender inmediatamente los temas que forman parte de la auditoría.
También se informó que se integró una mesa de trabajo coordinada por la Secretaria de Transporte, en la que participarán las carteras de Hacienda, Relaciones Exteriores y Turismo y a la que se invitará a los representantes de las aerolíneas comerciales nacionales para solventar conjuntamente la auditoría de la FAA.
En la reunión, los directores de Aeroméxico, Volaris, VivaAerobus y MasAir, así como de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés) y de la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero) manifestaron su respaldo al Gobierno mexicano y ofrecieron apoyo técnico para resolver las observaciones.
El director de Aeroméxico, Andrés Conesa, dijo que en este momento hay «mejores hilos de comunicación y mayor coordinación entre autoridades y aerolíneas, pero será necesario un mayor compromiso para que se reconozca el verdadero valor que genera la industria aérea» en el país.
Por su parte, el director general de Volaris, Enrique Beltranena, sostuvo que «el problema no es solo del Gobierno, es de toda la industria aérea».