Xi Jinping, presidente chino, le dijo hoy por teléfono a su homólogo estadounidense, Joe Biden, que «una confrontación entre China y Estados Unidos será sin duda una catástrofe para los dos países y para el mundo».
Durante la primera conversación telefónica entre Xi y Biden de la que se tiene constancia desde la toma de posesión del cargo por parte del segundo, ambos presidentes abordaron temas espinosos como la pérdida de libertades en Hong Kong, la soberanía taiwanesa o las denuncias de violaciones de los derechos humanos en la región de Xinjiang.
En este sentido, el presidente chino indicó que «los asuntos que atañen a Taiwán, Hong Kong y (la región noroccidental china de) Xinjiang son cuestiones internas relacionadas con la soberanía y la integridad territorial de China».
«Estados Unidos debería respetar los intereses centrales de China -aseveró Xi, citado por el diario estatal Global Times- y abordar esas cuestiones con prudencia».
Asimismo, Xi apostó por la cooperación entre las dos mayores economías del planeta, ya que esta «puede traer beneficios para los dos países y para el mundo».
El líder chino pidió también que se restablezcan los mecanismos de diálogo entre los dos países «para entender de manera acertada las intenciones de las políticas de cada uno y evitar malentendidos y errores de cálculo», según la agencia estatal de noticias Xinhua.
Estos intercambios deberían llevarse a cabo -apuntó Xi– también en los planos económico, financiero y del cumplimiento de la ley, así como entre ambos ejércitos.
La conversación telefónica -que aconteció este miércoles en hora de Washington pero el jueves en hora de Pekín- se produce en la víspera del Año Nuevo lunar, la festividad más importante para los chinos, quienes entrarán en el Año del Buey mañana, día 12.
Así, Biden y Xi también aprovecharon la conversación para intercambiar felicitaciones por el Año Nuevo lunar, y el presidente estadounidense «hizo extensibles sus felicitaciones al pueblo chino y les deseó felicidad y buena fortuna durante el nuevo año».
Las relaciones entre Pekín y Washington quedaron maltrechas tras los cuatro años de estancia en la Casa Blanca de Donald Trump, quien inició una guerra comercial con China en marzo de 2018.
En los años siguientes los enfrentamientos se registraron también en planos diplomáticos, tecnológicos y hegemónicos, una tendencia que acrecentó la pandemia, de cuyo origen Trump culpó a China de manera reiterada.
EFE