Twitter ha colocado una advertencia de «incitación al odio» en dos mensajes del ministro del Interior de Turquía, Süleyman Soylu, que hacen referencia a los «pervertidos LGBT».
«Este tuit incumplió las Reglas de Twitter relativas a las conductas de incitación al odio. Sin embargo, Twitter determinó que puede ser de interés público que dicho tuit permanezca accesible», reza la advertencia junto a un mensaje de Soylu emitido hoy y que critica las protestas estudiantiles en la Universidad de Bogaziçi en Estambul.
«¿Deberíamos ser tolerantes con los pervertidos LGBT que injurian la sagrada Caaba? Por supuesto que no. ¿Deberíamos ser tolerantes con los pervertidos LGBT que ocupan el edificio del rectorado? Por supuesto que no», se lee en el comunicado de Interior que Soylu difundió en su cuenta.
Desde inicios de enero, numerosos estudiantes de la Universidad de Bogaziçi, una de las más prestigiosas de Turquía, protestan contra el nuevo rector, Melih Bulu, nombrado por el presidente, Recep Tayyip Erdogan, sin consultar con la comunidad universitaria.
El sábado pasado, la policía detuvo a cuatro estudiantes, de los que dos han pasado a prisión preventiva, por incluir en una exhibición de arte en el campus una obra que mostraba la Caaba de La Meca, con un ser mitad mujer mitad serpiente, popular en la mitología de Anatolia, reemplazando el bloque central del complejo, y con una bandera del arcoiris en una esquina.
El tuit con el que Soylu informó el sábado de la detención, usando también la expresión «pervertidos LGBT», también aparece ahora con advertencia de Twitter.
Ayer, Erdogan expresó en un discurso ante la rama juvenil de su partido, el islamista AKP, que la juventud turca «no es LGBT» y «no difunde la peste sino, al contrario, levanta los corazones rotos».
Esta madrugada, la policía llevó a cabo una enorme redada en el campus de la universidad Bogaziçi y detuvo a 159 estudiantes, de los que 108 fueron puestos en libertad poco después, con el resto aún bajo custodia, y para la tarde de hoy se prevén nuevas protestas en Estambul.
EFE