Con un plan para acelerar la vacunación contra el covid-19 en Florida, el gobernador Ron DeSantis respondió este lunes a las quejas sobre el suministro de las dosis en los puestos de inoculación del estado, que ya acumula más de 22.000 muertos desde marzo pasado y apenas 255.000 vacunados.
Las primeras jornadas para aplicar la vacuna entre los mayores de 65 años, que son una quinta parte de la población de Florida, supusieron en el condado de Broward durante el primer fin de semana del año largas filas, mal funcionamiento del sistema de citas digital y la escasez de dosis.
El sistema se saturó con la programación de 26.465 citas para mayores de 65 años y algunos de los afortunados tampoco pudieron acceder a la vacuna.
«¡Para vivir!», respondió furiosa este lunes a una pregunta de los periodistas sobre su deseo de vacunarse una mujer de 77 años que acudió con su esposo, de 82, a un puesto de inmunización en el parque Vista View de Davie (en el condado de Broward), a 50 kilómetros (30 millas) de Miami.
Mostrando el comprobante de las citas hechas por internet para ambos y sin querer dar su nombre, la mujer dijo que el proceso era un «desastre» porque no logró ser vacunada después de manejar por «una hora y media».
A las imágenes de la semana pasada, de adultos acampando en la noche para ser vacunados porque las citas por internet no se habían puesto en marcha en algunos condados, se sumaron este fin de semana las del caos en Broward.
Sin embargo, este lunes, el proceso fluyó mejor en Broward, vecino a Miami-Dade, los dos condados de mayor incidencia del patógeno, con 141.993 y 308.259 casos y 1.882 y 4.256 muertes, respectivamente, según datos publicados este lunes por el Departamento de Salud de Florida, que reportó este lunes 11.256 nuevos casos de la covid-19 en el estado.
«Muy buena experiencia, vine más temprano de la cita que pedí para evitar el tráfico, fue una fila corta, bastante rápido», dijo a Efe Michael Levy a la salida del parque.
«Es algo que todo el mundo tiene que hacer (vacunarse), es muy seguro», agregó.
Levy se suma a un total de 255.808 personas que han sido vacunadas desde el pasado 20 de diciembre, cuando comenzó el proceso entre los trabajadores de la salud, para seguir con los residentes de geriátricos y ahora con aquellos mayores de 65 años.
En EE.UU., que ya sobrepasó los 350.000 fallecimientos debido a la enfermedad, apenas se han vacunados unos 4,2 millones de personas, pese a las expectativas que generó el Gobierno federal de que serían unos 20 millones los vacunados antes de enero.
Jerome Adams, director general de salud pública del Gobierno estadounidense, dijo hoy que la idea era «distribuir» esa cantidad de vacunas antes de fin de año y que los estados son los encargados de los procesos de vacunar a las personas.