Florida, uno de los tres estados más infectados con el covid-19 en Estados Unidos con cerca de 1,6 millones de casos positivos, es ahora líder entre aquellos con la variante más contagiosa proveniente del Reino Unido, según los Centros para el Control de Enfermedades y Prevención (CDC).
El «estado del sol» es el de mayor incidencia de la nueva cepa, con 46 casos de los 122 que han sido identificados en 20 estados del país hasta ayer lunes, seguido California (40), Colorado (6), Minesota (5), Nueva York (4) e Indiana (4).
Los CDC advirtieron de que es preocupante que la nueva variante podría convertirse en la cepa dominante en marzo, lo que provocaría un aumento en los casos en todo el país.
«Una tasa más alta de transmisión conducirá a más casos, aumentando la cantidad de personas en general que necesitan atención clínica, exacerbando la carga sobre un sistema de atención médica ya tenso y resultando en más muertes», detalla la agencia sanitaria.
Sin embargo, desde el pasado 31 de diciembre cuando el Departamento de Salud de Florida (DOH) anunció el primer caso de la cepa, el gobierno de Ron de DeSantis no ha vuelta a pronunciarse sobre el hecho.
Los CDC han advertido de que el aumento de la transmisibilidad de esta variante requiere una implementación aún «más rigurosa» de medidas de vacunación, distanciamiento, enmascaramiento e higiene de manos.
Entre tanto, los casos y la muertes se siguen abultando, con 9.816 y 163, en las ultimas 24 horas para un total de 1.589.097 y 24.820, respectivamente, desde marzo de 2020, según el DOH.
Los CDC aclaran que estos 122 casos de la cepa británica se basan en «una muestra de especímenes y no representan el número total de casos» de la variante.
Al aumento de esta cepa en Florida se suma el riesgo que unas 45.000 personas vacunadas con la primera dosis de la vacuna desistan de la segunda debido al temor de peores efectos secundarios graves como dolores de cabeza y musculares y fiebre.
Según las cifras oficiales, 1.031.795 personas han sido inoculadas hasta ayer lunes con los compuestos de Pfizer y Moderna, de las cuales 93.258 han recibido ambas dosis de las vacunas.
La vacunación, por ahora de personal médico, residentes de geriátricos y personas mayores de 65 años, ha sido más lenta de lo que se esperaba.
De hecho, este martes, los hospitales Baptist Health dieron a conocer que han tenido que cancelar todas las citas para las primeras dosis de vacunas que estaban programadas a partir del día 20 en adelante, debido a «incertidumbre» por el suministro de vacunas. El anuncio no afecta las citas para las segundas dosis.
Por su parte, la red de hospitales Jackson Health System, la más grande del estado, anunció hoy que empezará a solicitar a los pacientes que quieran aplicarse la vacuna pruebas de residencia en Estados Unidos, entre ellos la licencia de conducir o pasaporte estadounidense.
La medida responde a las quejas de algunas autoridades locales, entre ellas las del condado Miami-Dade, a causa de la llegada de personas de otros países para aplicarse la vacuna, en lo que se ha llamado el «turismo de vacunas».