El gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, enfrenta presión para que se haga público y aplique un informe del grupo de trabajo de la Casa Blanca que sugiere a este y otros estados implementar medidas más estrictas para detener el coronavirus, en momentos en que la tendencia al alza no decae.
Según dan cuenta este domingo medios locales, DeSantis hasta ha sido objeto de una demanda judicial por parte del diario local Sun Sentinel por no haber puesto a disposición un reporte de ese grupo de trabajo que sugiere el uso de máscaras en todo momento, reducir la capacidad o cerrar los espacios interiores en restaurantes y bares, y limitar las reuniones fuera de los hogares.
El reporte, difundido por la organización periodística Center for Public Integrity y en momentos en que este estado da cuenta de más de 8.000 nuevos casos diarios, señala que Florida ha visto «un aumento en la positividad de las pruebas y un aumento de las hospitalizaciones y muertes, lo que refleja una «una inexorable expansión comunitaria y una mitigación inadecuada».
DeSantis, apadrinado del presidente saliente de EEUU, Donald Trump, ha descartado nuevas restricciones comerciales o un mandato de máscara para detener la propagación del virus.
Mientras tanto, Florida llegó este domingo al global desde marzo de 1.125.931 casos, tras añadir a su cuenta este domingo 8.958 nuevos positivos, más de 2.300 de ellos correspondientes al condado Miami-Dade, el más afectado por la pandemia del coronavirus en Florida y el tercero de todo el país en número de casos.