El Gobierno de Estados Unidos ejecutó este jueves a Brandon Bernard, el segundo hombre condenado a muerte por su implicación en el asesinato en 1999 de un matrimonio de religiosos en Texas.
A Bernard, un hombre negro de 40 años, lo declararon muerto a las 21.27 hora local (04.27 del viernes GMT) tras recibir una inyección letal en la cárcel de Terre Haute (Indiana), según notificó la Agencia Federal de Prisiones (BOP, en inglés).
La ejecución de Bernard recibió mucha atención mediática después de que la celebridad televisiva Kim Kardashian, quien ha destacado por su interés en el sistema criminal de justicia, abogase al presidente saliente, Donald Trump, por la conmutación de su condena.
«Si bien Brandon participó en este crimen, su papel fue menor en comparación con el de los otros adolescentes involucrados, dos de los cuales ya salieron de la cárcel y están en casa», apuntó Kardashian en uno de múltiples tuits.
Bernard estuvo implicado junto a varios amigos en el asesinato en junio de 1999 de Todd y Stacie Bagley, un matrimonio de predicadores de Iowa que había viajado a Texas para un evento religioso.
El grupo de Bernard, liderado por Christopher Vialva, aprovechó que los Bagley habían parado para usar una cabina telefónica para pedirles hacer autoestop.
Una vez dentro del vehículo, los jóvenes redujeron a los Bagley y los encerraron en el maletero mientras recorrían cajeros automáticos tratando de extraer dinero de sus tarjetas de crédito y de empeñar el anillo de matrimonio de Stacie.
De acuerdo a documentos del Departamento de Justicia, estando en el maletero encerrados, «la pareja habló con sus secuestradores sobre Dios y suplicó por sus vidas».
Pero en un punto los jóvenes decidieron acabar con sus vidas: fue Christopher Vialva quien abrió el maletero y les disparó, y luego le prendieron fuego al vehículo. Según la acusación, Stacie Bagley seguía viva cuando incendiaron el vehículo.