El gobierno cubano dio por roto este viernes el diálogo con los artistas críticos que se concentraron hace una semana para pedir libertad de expresión, a quienes acusó de tratar de imponer condiciones para un segundo encuentro e incluir a «mercenarios» supuestamente financiados por EE.UU.
El Ministerio de Cultura anunció en un comunicado que su titular, Alpidio Alonso, «no se reunirá con personas que tienen contacto directo y reciben financiamiento, apoyo logístico y respaldo propagandístico del Gobierno de los Estados Unidos y sus funcionarios» ni «con medios de prensa financiados por agencias federales estadounidenses».
Las personas a las que se refiere son, en su mayoría, integrantes del Movimiento San Isidro, el grupo opositor que prendió la mecha del conflicto con una huelga de hambre que atrajo atención internacional y fue dispersada por la fuerza, y al que el gobierno acusa de recibir financiación desde Estados Unidos.
El Ministerio también acusó al grupo de 30 representantes de las diversas ramas de la cultura cubana de haber remitido a la institución «un correo insolente» en el que «el grupo que se ha erigido en voz de todos, pretende imponer, de modo unilateral, quiénes, con quién y para qué aceptarán dialogar».