Defensores de los derechos de los animales, incluida una activista disfrazada de orca con grilletes, se concentraron este martes frente al Seaquarium de Miami para pedir a la empresa española Parques Reunidos que libere a Lolita, una orca que lleva cautiva 50 años en ese lugar.
«Esto no forma parte de nuestra cultura, es cruel», dijo a Efe Lyn, la activista convertida en «Lolita» por unas horas.
Bajo un sol ardiente, los manifestantes convocados por PETA (Personas por un Trato Ético de los Animales) se mantuvieron junto a la carretera que conduce desde Miami a Key Biscayne, fuera de la propiedad del Seaquarium, que lleva meses cerrado por la COVID-19.
La protesta está relacionada con que el Gobierno francés prohibió a fines de septiembre tener cautivos a animales marinos y ordenó a las empresas propietarias que los liberen en reservas marinas.
Parques Reunidos deberá soltar a los animales de su complejo en el sur de Francia, Marineland, situado en Antibes, y los activistas concentrados hoy le pidieron a gritos y en las pancartas que portaban que la empresa deje libre también a Lolita, que lleva en el Seaquarium desde el 24 de septiembre de 1970.
«50 años encerrada en el parque de orcas más pequeño del mundo», decía una de las pancartas.