Un equipo multidisciplinario de más de 24 personas logró inmovilizar en Miami a una jirafa de casi 2.000 libras de peso (907 kilogramos) con dos patas fracturadas, para colocarle zapatos de goma hechos a medida y tomarle radiografías, operación que el parque de Florida (EE.UU.) calificó de «reto extremo».
El animal de 11 años, llamado «Pongo», llevaba algún tiempo padeciendo de cojera, por lo que los veterinarios decidieron realizar una intervención compleja por lo difícil que, según explicaron, resulta anestesiar a una jirafa.
Con una altura de 16 pies (4,87 metros), «Pongo» sufría una cojera severa que había «restringido significativamente su movilidad y le estaba dificultando realizar sus actividades diarias…», indicó el Zoológico de Miami en un comunicado este martes.
La jirafa «reticulada» fue inmovilizada el sábado pasado para someterla a una serie de procedimientos «necesarios para mejorar su calidad de vida», según el parque zoológico ubicado en el sur de Miami.
Pongo, que había experimentado un deterioro significativo en las últimas semanas, estaba recibiendo medicamentos que le ayudaban a controlar su malestar.
Para las labores de inmovilización fue necesario «un esfuerzo altamente coordinado» por parte de un equipo de más de dos docenas de personas procedentes de varias instituciones, incluidos veterinarios, cuidadores de zoológicos y herreros.