Las muertes por la COVID-19 en Florida (EEUU) se acercan este miércoles a las 13.000 en medio del descontento de los sindicatos de maestros de los condados de Miami-Dade y Broward, el foco de la pandemia, que temen por su salud y rechazan la apertura de clases presenciales en octubre próximo.
El Departamento de Salud de Florida reportó este miércoles 2.355 casos y 152 muertes más por la pandemia, que ponen la cuenta total desde el pasado 1 de marzo en 671.201 y 12.939, respectivamente.
A los fallecimientos además hay que sumarle otros 161, de personas no residentes en el estado.
En el epicentro de la COVID-19 en Florida, el condado de Miami-Dade, de 2,8 millones de habitantes, los casos se llegaron a 165.147 y las muertes suman 2.955.
A Miami-Dade le sigue de lejos Broward con 74.832 casos y 1.297 fallecimientos.
Sindicados de maestros de esos dos condados criticaron este miércoles las órdenes estatales y locales para la reapertura de las escuelas a partir de octubre al señalar que no están dadas las condiciones sanitarias para el regreso a clases presenciales en el sureste de Florida.
Denunciaron que hay presiones económicas del gobierno de Ron DeSantis que están obligando a estos distritos escolares a reabrir las escuelas de forma apresurada en la primera semana de octubre, cuando se estudian los presupuestos.
Karla Hernández-Mats, presidenta de United Teachers of Dade, dijo en rueda de prensa que la reapertura debe basarse en la ciencia y no en la política y se mostró preocupada por el hacinamiento de estudiantes.