El condado Miami-Dade, el más afectado por la COVID-19 en Florida, permite a partir de este viernes la apertura de cines, teatros, boleras, salas de conciertos y centros de convenciones mientras el estado ha mantenido en menos del 10 % la tasa de positivos en los últimos 37 días.
Carlos Giménez, alcalde de Miami-Dade, condado que acumula 165.980 casos y 3.027 fallecimientos por el patógeno hasta la fecha, hizo un llamado hoy a «familiarizarse» con las reglas a seguir para la apertura de estos espacios manteniendo el distanciamiento, el uso de mascarillas y todas las restricciones vigentes en el condado.
Invitó además a descargar una nueva aplicación para combatir la COVID-19 que ayuda al rastreo de casos, que en el estado suman 677.660 desde el pasado 1 de marzo, de los cuales 13.387 personas han fallecido, 162 de ellas que no eran residentes de Florida.
«La aplicación alerta a otros a hacerse la prueba, sin revelar su identidad», manifestó Giménez.
El alcalde de Miami-Dade, de 2,8 millones de habitantes, que ha advertido que los bares aún no tienen permiso de operar, dijo que los lugares de entretenimiento que se abren a partir de hoy lo tendrán que hacer al 50 % de su capacidad.
A Miami-Dade le sigue de lejos el condado vecino de Broward, con 75.266 casos del nuevo coronavirus y 1.317 fallecimientos.