El estado de Florida (EEUU) tuvo este martes un alza repentina de más de 7.500 casos de la COVID-19 debido, según el Gobierno de Ron DeSantis, a un nuevo retraso de un laboratorio en la entrega de resultados que datan de abril pasado, pero que «no altera» la tendencia a la baja de la pandemia.
El Gobierno DeSantis además anunció que el descenso de las cifras permitirá levantar la suspensión de visitas a los hogares geriátricos, medida ejecutiva que anunciará con detalles en el transcurso del día.
El republicano tildó de «irresponsable» que los laboratorios Quest demoraran una gran cantidad de resultados y ordenó romper relaciones con esa empresa nacional.
«El hecho de que Quest no reportara casi 75.000 resultados que se remontan a abril significa que la mayoría de los datos de este martes, aunque tendrán importancia histórica, tendrán poco impacto en el estado de la pandemia hoy», precisó el Gobierno estatal en un comunicado.
Florida, que celebraba ayer lunes el día de menos crecimiento de la pandemia (1.885) desde que a mediados de junio se dispararon los casos, tuvo 7.569 en las últimas 24 horas.
De esta forma, la cuenta total desde el pasado 1 de marzo, cuando se informó del primer caso, llega a 631.040 y 11.521 muertos (190 más), entre ellos 147 de personas que no eran residentes permanentes del estado.