La Fiscalía general de EE.UU. en Nueva York publicó este viernes un informe sobre un incidente ocurrido en octubre de 2019 en el distrito de El Bronx, cuando un policía local mató de un disparo a un hombre tras una parada rutinaria de tráfico, y concluyó que no hubo «culpabilidad criminal» por parte de los agentes involucrados.
La Unidad de Investigaciones y Procesos Especiales realizó una pesquisa «exhaustiva» de la muerte por un disparo policial de Allan Feliz, de 31 años, y determinó que no se puede «probar que el uso de la fuerza mortal era injustificado más allá de una duda razonable, como la ley requiere para presentar cargos», declaró citada la fiscal Letitia James.
Feliz conducía su vehículo cuando tres policías le ordenaron parar porque «supuestamente no llevaba el cinturón» y le pidieron la documentación, momento en que dio la licencia de conducción de su hermano y las autoridades, que no se dieron cuenta, vieron que este estaba en búsqueda por «tres delitos menores», según indicaron investigadores en el informe.
Pidieron a Feliz salir del vehículo y agacharse, pero aparentemente este volvió a introducirse dentro y los agentes creyeron que «intentaba huir», por lo que uno de ellos, el sargento Jonathan Rivera, se metió por la ventana, le disparó y golpeó con una pistola eléctrica y le amenazó con un arma de fuego para que cumpliera sus órdenes, de acuerdo al informe.
El vehículo «aceleró hacia adelante varios metros y abruptamente hacia detrás», por lo que Rivera perdió a uno de sus compañeros de vista y pensó que lo habían atropellado y que «cualquier otro movimiento» pondría su vida en riesgo, por lo que «solo había una manera de asegurar que el vehículo se quedara parado».