El parón de las actividades productivas por la pandemia del nuevo coronavirus provocará el cierre de 2,7 millones de empresas formales en Latinoamérica, la mayoría de ellas microempresas, lo que implicará la destrucción de 8,5 millones de empleos, indicó este jueves la Cepal.
«El impacto de la crisis será muy diferente según el sector y el tipo de empresa», indicó en una rueda de prensa virtual la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), Alicia Bárcena.
Las más afectadas serán las micro y pequeñas empresas, de las que dependen a su vez los sectores más golpeados por las medidas sanitarias para frenar la expansión del virus, como el comercio, los hoteles y los restaurantes, según el nuevo estudio del organismo de la ONU.
El comercio, por ejemplo, perderá 1,4 millones de empresas y 4 millones de puestos de trabajo, mientras que en el turismo se destruirán por lo menos 290.000 empresas y un millón de empleos.
«La crisis golpea con mayor intensidad a los sectores industriales potencialmente de mayor dinamismo tecnológico y, por lo tanto, profundizará los problemas estructurales de las economías de la región», lamentó Bárcena.
Si no se implementan políticas adecuadas para fortalecer esas ramas productivas, agregó, «existe una elevada probabilidad de que se genere un cambio estructural regresivo que conduciría a la reprimarización de las economías de la región».
El continente americano es actualmente uno de los principales focos mundiales de la pandemia. Estados Unidos, Brasil y Rusia aglutinan más del 40 % de los casos globales y en el ránking de países más afectados también se encuentran otros latinoamericanos como México, Perú y Chile, según la Universidad John Hopkins.
La mayoría de las economías latinoamericanas siguen semiparalizadas, aunque varios países están programando la reapertura de sectores no esenciales para las próximas semanas.