Familias de inmigrantes claman a una jueza de EE.UU. hacer cumplir los protocolos contra la COVID-19 en tres centros migratorios del sur de Florida como parte del juicio previsto para 2021 contra estas instalaciones y angustiadas por la reciente muerte del mexicano Onoval Pérez Montufa en una de ellas.
El inmigrante, de 51 años, es el tercer fallecido debido al nuevo coronavirus bajo custodia del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) en Estados Unidos y el primero en Florida, que se perfila como epicentro del virus en el país.
«La pandemia mata» es el mensaje que la cubana Annette Villa quisiera dirigirle a la jueza Marcia Cooke, que programó para enero de 2021 el juicio contra ICE por su manejo de la pandemia en las instalaciones para inmigrantes de Krome, Glades y Broward, en el sureste de Florida.
Villa explicó que teme por la vida de su esposo Nanses Peñalver debido a que padece de asma y es hipertenso.
El cubano hace parte de la demanda colectiva presidida por la jueza Cooke, que en un fallo inicial determinó que «hay suficiente evidencia» para concluir que las condiciones en los tres centros de detención demandados constituyen «una violación de los detenidos».
La muerte de Montufa, ocurrida el domingo pasado en el centro de Glades, tiene preocupados a los familiares de indocumentados del sureste de Florida, que han denunciado innumerables traslados de sus parientes en plena pandemia, ausencia de medidas sanitarias de protección e incluso maltrato a algunos de ellos.
La jueza Cooke también ha criticado durante el proceso que ICE no ha cumplido «satisfactoriamente» los protocolos sanitarios contra la pandemia, que en Florida mantiene su foco de infección en el sureste, donde se concentra la gran mayoría de los más de 300.000 casos confirmados y de los 4.521 fallecimientos.