Carl Greenidge, representante de la República de Guyana en el caso ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por la disputa fronteriza con Venezuela, señaló que se siente confiado en que el alto tribunal pueda dirimir el desacuerdo entre los dos países latinoamericanos.
El antiguo canciller de Guyana (2015-2019) señaló en un comunicado que se divulga este miércoles en la dirección en internet del Gobierno del país sudamericano que espera que, finalmente, la CIJ acoja el histórico caso que enfrenta a los dos vecinos.
«Guyana ha valorado durante mucho tiempo la oportunidad de un arreglo judicial del reclamo de Venezuela a casi las tres cuartas partes del país y acogió con beneplácito la decisión del secretario general de las Naciones Unidas, en 2018, de que la Corte Internacional de Justicia será el foro de solución de la controversia», indica Greenidge.
El antiguo canciller matizó que la audiencia del martes en la CIJ tiene el único propósito de abordar la cuestión de la jurisdicción de ese tribunal, es decir, si la corte tiene la autoridad para resolver la disputa entre Guyana y Venezuela sobre la validez de la frontera entre los dos estados.
Greenidge señaló que solamente Guyana presentó sus argumentos a la corte, mientras que Venezuela «ha decidido boicotear la audiencia».
Señaló que, sin embargo, esto no impedirá que el CIJ escuche los argumentos de Guyana o siga adelante con el caso.
El territorio en disputa, denominado Guayana Esequiba en Venezuela y dividida en varias regiones en la República de Guyana, abarca casi 160.000 kilómetros cuadrados al oeste del río Esequibo, lo que supone casi dos terceras partes de la antigua colonia británica.
En esa zona, la compañía ExxonMobil ha encontrado grandes yacimientos petrolíferos gracias a los cuales Guyana esperaba producir unos 120.000 barriles de petróleo diarios en 2020, una cifra que, según varias estimaciones, podría alcanzar un arco de entre 700.000 y un millón de barriles diarios a mediados de la década.