El gobernador de Oklahoma, el republicano Kevin Stitt, anunció este miércoles que ha dado positivo en las pruebas de coronavirus, convirtiéndose en el primero de EE.UU. en contraer la enfermedad.
Stitt dijo a los medios locales que se encuentra bien, que sus síntomas son muy leves y que procederá a aislarse en cuarentena.
«Me siento bien», afirmó el gobernador, al tiempo que aseguró que siente algunos dolores y que le ha sorprendido ser el primer gobernador estatal en enfermarse de COVID-19.
Stitt, que en principio se resistía a acatar las recomendaciones de los funcionarios de salud pública, reconoció que no sabe dónde se infectó, aunque rechazó que pudiera haber sido en el mitin que el presidente Donald Trump celebró en Tulsa (Oklahoma) el pasado 20 de junio, porque ha pasado ya mucho tiempo.
Dicho mitin fue muy criticado porque muchos de los asistentes iban sin protegerse con una máscara, entre ellos el gobernador.