El Gobierno de EE.UU. presentó este martes cargos contra dos «hackers» chinos por intentar robar datos a empresas de varios países que trabajaban en una vacuna contra la COVID-19.
Los hackers, identificados como Li Xiaoyu, de 34 años, y Dong Jiazhi, 33 de años, ambos residentes en China, han sido acusados de 11 cargos criminales en un tribunal del estado de Washington (costa oeste).
Ambos atacaron a 13 empresas localizadas en EE.UU. y 12 compañías en el extranjero que estaban investigando una vacuna, detalló en una rueda de prensa uno de los fiscales implicados en la investigación, William D. Hyslop
En una rueda de prensa, el responsable de Seguridad Nacional del Departamento de Justicia, John Demers, aseguró que los ataques informáticos se dirigieron contra compañías localizadas en España, Australia, Lituania y Corea del Sur, entre otras naciones.
El 13 de mayo, el FBI y otra agencia de la inteligencia de EE.UU. ya aseguraron en un informe que «hackers» chinos estaban atacando los centros de investigación estadounidenses para robar información sobre las vacunas y los tratamientos que se están probando para el coronavirus.