La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, anunció este viernes que la metrópoli seguirá en semáforo naranja para la semana del 3 de julio al 2 de agosto, pero con alerta de riesgo de volver al rojo por el aumento de personas hospitalizadas por COVID-19.
La funcionaria advirtió que, si sigue el aumento y se llega a 5.127 personas hospitalizadas, la capital mexicana regresaría a semáforo rojo.
La ciudad se ubicó en naranja desde el 26 de junio y la próxima semana será la sexta en este color, considerado de riesgo alto por las autoridades del semáforo epidemiológico, mientras que el rojo es el nivel de máximo, el amarillo es medio y el verde es bajo.
«Seguimos en semáforo naranja con alerta en la ciudad igual que la semana pasada», dijo Sheinbaum en conferencia de prensa virtual.
Señaló que hubo un incremento en los últimos días en la hospitalización, lo que ha permanecido constante en la última semana «con un ligero incremento en las personas intubadas«.
La funcionaria condicionó la permanencia de la ciudad en naranja a seguirse «cuidando y protegiendo con las medidas de prevención, como quedarse en casa y, si es necesario salir, optar por la sana distancia, el uso de cubrebocas y lavado de manos».
Aunque, anticipó, si crecen los contagios y los hospitalizados la ciudad, «podría estar en una situación similar a la que vivió a mediados de mayo, pero en el mes de septiembre».
«Entonces, tenemos varias semanas para fortalecer la estrategia y disminuir contagios y hospitalizaciones y, si en algún momento es necesario, podríamos llegar a un momento de mayor restricción», apuntó.
En cuanto a los restaurantes, la jefa de Gobierno aseguró que han cumplido con la medida de atender a 30 % de capacidad, por lo que consideró viable ampliar el horario.