La batalla contra el COVID-19 continúa en los hospitales y clínicas de Florida, donde este miércoles se contabilizaron 9.785 contagios y 139 muertes, mientras el uso de mascarillas se impone, con multas incluidas, en los tres condados sureños que son el epicentro de la enfermedad.
El condado de Miami-Dade detectó 2.788 nuevos casos, mientras que Broward y Palm Beach contabilizaron un total de 1.170 y 555 casos, respectivamente.
Ante el ascenso de los contagios en el sur a partir del 2 de agosto abrirán cinco nuevos centros para pruebas tanto en Miami-Dade como en Broward, según anunció la División de Emergencias del estado soleado.
Desde que el Departamento de Salud de Florida confirmó el 1 de marzo el primer caso de COVID-19 en el estado, 379.619 personas se han contagiado y 5.458 han fallecido a causa de la enfermedad.
Florida es el tercer estado con mayor número de casos de todo Estados Unidos.
Actualmente, hay un total de 9.530 personas hospitalizadas por COVID-19 y los centros sanitarios de todo el estado se encuentran al 78,59 % de capacidad y las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) al 15,20 %.
Un total de 55 hospitales de todo el estado no disponen ya de plazas de UCI y tendrán que trasladar a sus enfermos a otros centros sanitarios de sus respectivas regiones.
El gobernador Ron DeSantis planteó este martes en una mesa redonda que «pudo haber sido un error» haber cancelado los procedimientos quirúrgicos no obligatorios al inicio de la pandemia ya que «forzó a los hospitales a reducir los trabajadores de estos centros».