La aparición del cadáver de un emprendedor saudí del sector tecnológico y el de un hombre al que se le encontró envuelto en plástico en el techo de un restaurante McDonald’s, ambos con signos de brutalidad, han elevado la preocupación en torno al aumento de la violencia en Nueva York, que desde hace mes y medio sufre una incipiente oleada de tiroteos y crímenes.
Se trata de dos incidentes no relacionados entre sí de los que se ha informado este miércoles, el primero en el bajo Manhattan y el segundo en El Bronx, según apuntaron medios locales.
En el caso del emprendedor saudí de origen bangladesí Fahim Saleh, de 33 años, fue decapitado, descuartizado y esparcido a lo largo de su apartamento del Lower East Side en bolsas de basura.
Saleh estaba inmerso en negocios en países en vías de desarrollo relacionados principalmente con los vehículos compartidos tipo Uber y con el sector del entretenimiento.
Según fuentes policiales citadas por la NBC, el cuerpo de Saleh fue descubierto por su hermana, quien pasó a comprobar durante la tarde del martes si todo estaba bien y que pudo haber interrumpido el crimen en el momento de los hechos.
La investigación sobre este hecho se encuentra aún en curso y un examinador médico determinará la causa de la muerte una vez se le practique la autopsia.