La desaparición de ocho personas en la última semana en el municipio mexicano de Chapala, en el occidental estado de Jalisco, ha removido el dolor de los familiares de personas sin localizar en el estado y ha llevado a varias protestas este lunes.
En Chapala, unas 300 personas exigieron la aparición de los miles de desaparecidos en el estado, -segundo a nivel nacional en este tipo de casos- y de los más de 30 que han sido privados de la libertad en los últimos seis meses en la localidad, un balneario conocido por su numerosa colonia de estadounidenses y canadienses retirados.
Durante la protesta, los manifestantes portaban pancartas con las fotografías de sus amigos o familiares desaparecidos y llegaron a las oficinas del ayuntamiento para pedir que «los devuelvan con vida» y que el alcalde de la localidad, Moisés Anaya, mejore la seguridad en el municipio y atienda a la familia de las víctimas.
El pasado 9 de junio un grupo de hombres armados se llevó a Griselda Gutiérrez y su pareja Adán Martínez, dos artistas dedicados a la elaboración de tatuajes, mientras viajaban en su camioneta rumbo a su casa en la comunidad de Santa Cruz de la Soledad, y desde entonces se desconoce su paradero.
El caso fue difundido en redes sociales y permitió que otras familias denunciaran la desaparición de sus familiares en fechas similares, entre ellos el de Wenceslao Mendoza, un conductor que desapareció tras dejar a un pasajero el pasado 10 de junio, en el poblado de Ajijic.