Los casos confirmados de COVID-19 en el estado de Florida desde el pasado 1 de marzo continúan en aumento y alcanzaron este miércoles los 67.371, más de 20.000 de ellos en el condado de Miami-Dade, que este miércoles abrió sus populares playas.
Por octavo día consecutivo los casos superan el millar en el «Estado del Sol», con 1.371 más en las últimas 24 horas.
Sin embargo, las autoridades sanitarias lo atribuyen al incremento en el número de exámenes realizados entre las comunidades que son el foco de la pandemia como son los entornos rurales, las residencias de personas de la tercera edad y los centros penitenciarios.
Las muertes entre tanto suman ya 2.801, 34 de ellas en las últimas 24 horas, según el Departamento de Salud de Florida.
En los centros para mayores se han detectado 6.488 casos confirmados entre residentes y trabajadores, mientras que no se dispone del número de contagiados en las correccionales, aunque según el último informe han fallecido 14 personas por el virus.
Por otro lado, se han realizado 1.280.000 pruebas desde el pasado 1 de marzo, de las cuales el 5,3 % han resultado positivas y un total 11.345 personas han tenido que ser hospitalizadas.
Conforme Florida avanza en la segunda fase de la reapertura económica, los condados de Miami-Dade, Palm Beach y Broward continúan al margen por su alta incidencia de casos que los convierte en los focos principales de la pandemia en el estado.