Florida (EEUU) comienza a recibir sus primeros turistas después de la parálisis de la pandemia y los hoteles de lujo de Collins Avenue, en Miami Beach, acogen a estos pioneros con los brazos abiertos, gentilezas de la casa y medidas de higiene y seguridad dignas de un laboratorio.
La recuperación va a ser lenta y los turistas mayormente estadounidenses en la primera fase de la reactivación, según los expertos de un sector que es uno de los grandes motores económicos y generadores de empleo de Florida y está muy afectado por la crisis del COVID-19.
«Recuperar las cifras que teníamos antes de la pandemia va a ser complicado y va a demorar meses, pero lo que sí hemos hecho ha sido un cambio de mercado. Antes el 90 u 80 % era entre europeo y sudamericano y ahora nos estamos concentrando en el mercado local, que es lo que nos va a estar alimentando en los próximos meses», dice Bernardo Naval, director del hotel RIU Plaza Miami Beach.
Instalado en un edificio de los años 50 en primera línea de playa y con entrada por la turística Collins Avenue, este hotel de más de 250 habitaciones y perteneciente a la cadena española RIU reabrió sus puertas la semana pasada después de más de dos meses cerrado.
Según la Asociación de Hoteles y Alojamientos (AHLA) de Estados Unidos, antes de la pandemia en Florida había 747.000 puestos de trabajo dependientes de ese sector y se calcula que 336.467 se perdieron o perderán por el impacto del COVID-19.
El efecto del COVID-19 en la industria hotelera de EE.UU. es, según AHLA, «nueve veces superior al de lo atentados del 11 de septiembre de 2001».
«Mucha gente tenía ganas después de varios meses de confinamiento de salir de sus casas, de disfrutar del buen clima y más en el sur de la Florida que es el destino vacacional por excelencia en Estados Unidos«, dice el director del hotel RIU Plaza de Miami Beach.
Muy cerca de Collins Avenue, Ocean Drive, la meca del turismo de Miami Beach con sus pequeños hoteles de estilo art-deco, la mansión que fue de Gianni Versace y restaurantes y cafés, ha vuelto a la vida, aunque lo hace «sin apenas extranjeros» y con una clientela «muy local», dice Marvin Torres, que trabaja en el On Ocean 7 Cafe.