La cadena estadounidense de grandes almacenes Macy’s anunció este jueves que despedirá a 3.900 empleados, un 3 % de su plantilla total, como parte de una «restructuración» para paliar el impacto de la pandemia de COVID-19 y en previsión de unas menores ventas.
«La COVID-19 ha impactado significativamente nuestro negocio. Aunque la reapertura de nuestras tiendas va bien, anticipamos una recuperación gradual y estamos tomando acciones para alinear nuestra base de costes con nuestras ventas, que prevemos serán más bajas», dijo en un comunicado el máximo ejecutivo, Jeff Gennette.
Macy’s reducirá su plantilla corporativa y de administración en aproximadamente 3.900 personas, según la nota, en la que Gennette aseguró que tomar esa decisión ha sido «difícil» y quiso expresar su «profunda gratitud» a los empleados despedidos por «su servicio y contribuciones» a la empresa.
Esa medida le permitirá ahorrar unos 365 millones de dólares en el año fiscal 2020 y aproximadamente 630 millones a nivel anualizado, que se suman a los 1.500 millones de ahorro previsto en unos planes anunciados el pasado febrero para cerrar 125 tiendas y despedir a 2.000 empleados en los próximos tres años.