Las islas españolas de Canarias, en el océano Atlántico, superaron en los seis primeros meses de este año el número total de inmigrantes irregulares llegados a sus costas en 2019, a pesar de la pandemia de coronavirus.
Diecinueve varones adultos de origen magrebí desembarcaron este martes de una patera (embarcación precaria) en la isla de Lanzarote, de manera que son ya 2.700 las personas llegadas de manera similar al archipiélago canario desde el 1 de enero pasado, es decir, dos mas que en todo el año anterior.
El último informe quincenal sobre inmigración publicado por el Ministerio del Interior, con datos del 15 de junio, cifraba en 2.642 los inmigrantes que habían llegado por mar, a bordo de 84 pateras o cayucos. A ellos, se suman otros 58 en la segunda quincena del mes.
En 2019 entraron en Canarias 2.698 inmigrantes en 133 pateras o cayucos, el doble que el año anterior (2018).
Estos números confirman una reactivación de la ruta migratoria atlántica, pues son los más altos desde la llamada «crisis de los cayucos», cuando en un solo año (2006) arribaron a estas islas españolas 31.678 personas, que viajaban en 515 embarcaciones.
De hecho, los datos actuales de Canarias multiplican por seis los del primer semestre de 2019, debido a las dificultadas de otras vías, ahora más vigiladas o peligrosas.
No obstante, las travesías atlánticas también son arriesgadas, pues superan con frecuencia los 500 kilómetros de distancia desde costas del sur del Sahara, Mauritania o Senegal. En las últimas semanas se detectaron varios casos de coronavirus entre los inmigrantes llegados.
En cambio, la tendencia en el resto de España es la contraria: a 15 de abril, la llegada de inmigrantes en patera por el Estrecho de Gibraltar, el Mar de Alborán y Baleares (Mediterráneo) se había reducido un 52,9 % (3.773 personas, frente a 8.017 del año anterior).
EFE