Monumentos a Cristóbal Colón han sido vandalizados esta semana en varias ciudades de EE.UU., en el contexto de las protestas raciales que sacuden al país tras la muerte de un afroamericano a manos de un policía blanco.
Las estatuas de Colón en al menos cinco urbes estadounidenses han sufrido desde el martes los ataques de manifestantes críticos con su papel en la colonización del continente y los efectos de ella en los nativos americanos, un debate presente en EE.UU. desde hace ya unos años.
Estos actos se producen al tiempo que numerosas esculturas y monumentos en homenaje a la Confederación sureña en la Guerra Civil (1861-1865), que muchos en EE.UU. consideran como símbolos racistas del legado de esclavitud, han sido también vandalizados y son objeto de debate sobre si deberían ser retirados.
La noche del martes, una estatua de Colón acabó en un estanque en Richmond, la capital de Virginia, después de que, según medios locales, un millar de manifestantes se congregaran en el Byrd Park para solidarizarse con los pueblos indígenas.
En la ciudad de Saint Paul, vecina a Mineápolis, donde falleció Floyd, el miércoles los manifestantes, entre los que había integrantes de organizaciones de nativos americanos, ataron una soga a una estatua de Colón de bronce y la tiraron al suelo.
El jueves, en Boston (Massachussetts), el ayuntamiento se disponía a retirar la estatua de Colón de piedra que hay en el parque que lleva el nombre del descubridor, en el extremo norte de la ciudad, después de que durante la noche del miércoles fuera decapitada.
Estos ataques han hecho saltar las alarmas en algunas ciudades que han decidido proteger los monumentos del navegante.
Este es el caso de Nueva York, donde el jueves la policía desplegó un operativo para vigilar la icónica estatua de Cristóbal Colón que preside la rotonda conocida como Columbus Circle, en una zona comercial de Manhattan colidante con Central Park.