El Gobierno español mantiene la cautela ante nuevos posibles rebrotes de coronavirus en la recta final hacia el desconfinamiento, al que el país llegará de manera desigual, con algunos territorios más preparados que otros para la vuelta a la «normalidad», y a la que Madrid y Barcelona tardarán un poco más en regresar.
El 21 de junio termina el estado de alarma decretado el pasado 14 de marzo por el Ejecutivo presidido por el socialista Pedro Sánchez para frenar la pandemia y se abre, entre otras cosas la posibilidad de la movilidad interna, aunque la normalidad en las fronteras externas tardará unos días más, hasta julio.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, advirtió este jueves de que el regreso a la normalidad «no significa que la epidemia haya acabado», sino que empieza una nueva etapa en la que hay que seguir siendo «prudentes y responsables» y mantener «todas la cautelas» para prevenir y hacer frente a posibles rebrotes.
Las cifras a priori son favorables en España, con ningún fallecido por coronavirus por quinto día consecutivo, según los últimos datos oficiales, y 27.136 en total desde el inicio de la pandemia, mientras que los contagios detectados en las últimas 24 horas también descendieron de los 167 miércoles a 156 este jueves.