La Comisión para la Conservación de la Pesca y la Vida Salvaje (FWC) de Florida atrapó y devolvió a su hábitat a un cocodrilo de más de tres metros de longitud después de que se introdujera en el patio trasero de una casa de Islamorada, en los Cayos de Florida.
Pese al susto que ocasionó a los lugareños nadie salió herido.
Los caimanes y los cocodrilos de la región son animales protegidos contra los que solo se puede actuar cuando hay riesgo inminente para la vida humana.
«Hay cuatro o cinco cocodrilos a los que gusta estar en esta zona, pero concretamente este ha perdido el miedo a los humanos«, señaló al diario local Keys News el portavoz de FWC, Bobby Dube.
Actualmente hay en el sur de Florida aproximadamente 2.000 cocodrilos americanos, una especie que casi se extingue a principios de 1970 cuando había apenas 300 ejemplares, pero que ha conseguido aumentar su número exponencialmente en los últimos años.
Una situación similar ocurre con los caimanes que, según los expertos, son unos 1,3 millones gracias a un exitoso programa que hace décadas logró sacarlos del peligro de extinción.