El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió este miércoles que la pandemia del coronavirus está disparando el riesgo al que se enfrenta la población civil en zonas de guerra, complicando su protección y la entrega de ayuda humanitaria.
«La pandemia está amplificando y explotando las fragilidades de nuestro mundo», señaló Guterres ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, al que presentó su último informe sobre protección de civiles en conflictos armados en una reunión por videoconferencia.
Según el jefe de la organización, el coronavirus se está haciendo notar en todo el mundo, incluidas las zonas de guerra, donde algunos bandos están aprovechando la pandemia para endurecer sus ataques o adoptar medidas de represión y donde se hace más y más difícil asistir a aquellos que lo necesitan.
Por ello, Guterres reiteró su llamamiento a un alto el fuego mundial que permita centrarse en combatir la enfermedad y en ayudar a los más vulnerables.
Según dijo, pese a las señales de apoyo desde que en marzo lanzó esa idea, ello no se ha traducido en «acciones concretas» y, al contrario, algunos están aprovechando la pandemia para lanzar nuevas ofensivas mientras la atención mundial está en el COVID-19.
Guterres subrayó que la crisis del coronavirus llega en un momento en el que ya se estaba viendo poco progreso en la protección de los civiles, con más de 20.000 muertos o heridos confirmados durante 2019 en solo diez conflictos: Afganistán, la República Centroafricana, Irak, Libia, Nigeria, Somalia, Sudán del Sur, Siria, Ucrania y Yemen.